¿Para qué sirve un examen psicosensométrico?
El examen psicosensométrico se utiliza para evaluar si una persona cuenta con las condiciones sensoriales, motoras y cognitivas necesarias para desempeñar tareas de riesgo o responsabilidad. Es habitual en procesos de obtención o renovación de licencias de conducir, certificaciones laborales, salud ocupacional y reincorporaciones médicas.
¿Qué se evalúa durante el examen?
Este tipo de prueba se enfoca en tres grandes áreas:
- Capacidades sensoriales: Visión, audición, percepción espacial y profundidad.
- Coordinación psicomotora: Reflejos, tiempo de reacción, sincronización entre vista y movimiento.
- Estado cognitivo general: Atención, memoria inmediata y comprensión de instrucciones.
¿Cómo se realiza el examen psicosensométrico? Paso a paso
El proceso puede variar según el centro, pero en general incluye las siguientes etapas:
- Registro e ingreso: Se toman los datos del evaluado y se explican las instrucciones generales.
- Evaluación visual: Pruebas de agudeza visual, percepción de profundidad y campo visual (con o sin lentes).
- Evaluación auditiva: Se mide la capacidad para percibir sonidos de distintas frecuencias con ambos oídos.
- Pruebas de coordinación visomotriz: Tareas como seguir puntos, mover una palanca o responder a estímulos visuales o auditivos.
- Test de reflejos: Medición del tiempo de reacción ante señales específicas, útil para conductores o maquinistas.
- Revisión y resultados: Se analizan los datos, y si todo está dentro de los rangos esperados, se emite un certificado.
¿Cuánto dura y cómo prepararse?
El examen psicosensométrico suele durar entre 20 y 40 minutos, dependiendo del número de pruebas. No requiere estudio previo, pero sí es recomendable:
- Descansar bien la noche anterior.
- Usar tus lentes o audífonos si los necesitas habitualmente.
- Evitar el consumo de alcohol o fármacos que alteren reflejos.
- Llegar con tiempo y en un estado relajado.
¿Qué pasa si no lo apruebo?
El objetivo de este examen no es “reprobar”, sino identificar si hay alguna limitación que deba ser tratada o corregida. En caso de observaciones, es posible repetir el examen tras un tratamiento médico o realizar pruebas complementarias si se requiere.
Una herramienta para prevenir riesgos
Este tipo de examen no solo protege al evaluado, sino también a su entorno laboral o vial. Al identificar oportunamente limitaciones en reflejos, visión o coordinación, se previenen accidentes, errores críticos y decisiones que podrían tener consecuencias graves. Es una evaluación preventiva, no punitiva.