Asignar turnos nocturnos a un conductor no es solo una decisión logística. Requiere asegurarse de que la persona tenga las capacidades físicas y mentales para responder adecuadamente en condiciones de baja visibilidad, fatiga y menor actividad sensorial. Para ello, existen pruebas específicas dentro de una evaluación psicotécnica que permiten determinar si un conductor está realmente apto para manejar durante la noche.
Riesgos asociados a la conducción nocturna
Durante la noche, el cuerpo humano experimenta una baja natural en la atención, velocidad de reacción y coordinación. A esto se suma la reducción de visibilidad, el aumento del cansancio acumulado y la posibilidad de microsueños. En los turnos nocturnos, los errores más comunes son:
- Desviaciones involuntarias de carril
- Retrasos en la respuesta ante peatones o señales
- Frenado tardío en situaciones de emergencia
- Mayor probabilidad de accidentes por fatiga
Por eso, no todos los conductores son aptos para estos turnos, incluso si cumplen con los requisitos diurnos.
¿Qué pruebas psicotécnicas se deben aplicar?
Para evaluar la aptitud de un conductor para turnos nocturnos, es clave utilizar equipos psicotécnicos que simulen las condiciones reales de baja iluminación y atención sostenida. Algunas de las pruebas recomendadas son:
- Test de visión nocturna: mide la capacidad de ver con bajo contraste y poca luz
- Test de monotonía: detecta si la persona mantiene atención en tareas repetitivas y prolongadas
- Test de reacción múltiple: evalúa la velocidad y precisión ante estímulos inesperados
- Test de coordinación visomotriz: identifica si existe dificultad para controlar movimientos simultáneos
Indicadores de riesgo que debes observar
Aun si no aplicas una batería completa de exámenes, hay señales que pueden advertirte de un bajo rendimiento en conducción nocturna:
- Somnolencia constante en los primeros turnos de la noche
- Dificultad para reaccionar ante ruidos o luces en pruebas simuladas
- Informe médico con trastornos del sueño o uso de medicamentos sedantes
- Errores frecuentes en pruebas de atención dividida
Beneficios de hacer esta evaluación
Realizar una evaluación psicosensométrica previa a la asignación de turnos nocturnos permite:
- Prevenir accidentes laborales y viales
- Reducir costos por siniestros o licencias médicas
- Aumentar la seguridad del conductor y de terceros
- Cumplir con los estándares de seguridad en transporte de carga o pasajeros
¿Cada cuánto debe evaluarse?
Lo ideal es realizar esta evaluación:
- Antes de contratar a un conductor para turnos nocturnos
- Una vez al año como parte del control de salud ocupacional
- Tras cualquier incidente, queja o sospecha de fatiga
Conclusión
El hecho de que un conductor esté habilitado para manejar de día no significa que esté preparado para enfrentar los desafíos de la noche. Con una evaluación psicotécnica específica para turnos nocturnos, es posible tomar decisiones preventivas, proteger vidas y aumentar la eficiencia del transporte nocturno. La aptitud no es solo legal: es funcional, y debe medirse con herramientas adecuadas.